Por Lizbeth De La Cruz Santana, Candidata a doctora, Universidad de California Davis
En el texto fronterizo canónico, Borderlands/La frontera: La nueva mestiza (1987), Gloria Anzaldúa hace referencia a Los Antiguos Mexicanos: A través de sus crónicas y cantares (1961) de Miguel León-Portilla citando las líneas,
“Los que están mirando (leyendo),
los que cuentan (o refieren lo que leen).
los que vuelven ruidosamente las hojas de los códices.
Los que tienen en su poder
la tinta negra y roja (la sabiduría)
y lo pintado,
*ellos nos llevan, nos guían,
*nos dicen el camino” (125)
Por lo general, el texto de Anzaldúa se reconoce ampliamente al leer la frontera como “la herida abierta” (11) pero al hacer fusión las líneas de León-Portilla en su deliberación da oportunidad de enfocarnos en no solamente la frontera como entidad. Sino que, ofrece la oportunidad de centrar nuestra atención a quienes ocupan este espacio violentado y de escuchar la sabiduría que narran, escriben y pintan. De esta manera, nos podemos dejar guiar por su conocimiento. Logrando por consiguiente imaginar un futuro que toma en cuenta y es construido por su saber.
La presente reflexión toma énfasis en cinco proyectos que forman parte de la primera fase de la “exhibición digital MEX-EUA” de United Fronteras. Estos proyectos peculiarmente de carácter académico-activista se basan en el conocimiento innato del migrante. Es decir, estos proyectos nacen como respuesta a varios contextos ligados a la migración en ambos lados de la frontera México-Estados Unidos. Estos incluyen historias de DREAMers, jóvenes indocumentados, migrantes deportados a México, migrantes de diversas nacionalidades y solicitantes de asilo en la espera de cruzar a EE.UU.
Estas historias humanas han influido en el desarrollo de proyectos como: DACAmentados: Sueños sin Fronteras, Humanizando la Deportación, Proyecto Mural Playas de Tijuana, Redes, migrantes sin fronteras y Migri Map.
En un breve panorama de trabajo de campo en la frontera de Tijuana-San Diego que comenzó en el otoño del 2016 y continúa hasta la actualidad, muestro el desarrollo de un esfuerzo académico que emplea la metodología de la narrativa digital que ha llevado al desenlace de múltiples esfuerzos en colaboración con la comunidad (in)migrante que se identifica como llegados en la infancia a EE.UU.
El archivo digital DACAmentados: Sueños sin Fronteras se lanzó en diciembre del 2016 como respuesta a la posible eliminación del programa que difiere la deportación de aproximadamente 800,000 jóvenes indocumentados en EE.UU. Ante la retórica anti (in)migrante de la administración del recién presidente electo, el futuro de aquellos que son protegidos por el programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) era incierto. Dado que en noviembre de ese año me encontraba en una capacitación en el Colegio de la Frontera Norte (COLEF) para impartir en un taller de narrativa digital, la angustia y el sentimiento de sentirme inservible ante la situación que estaba afectando a mi familia, amigos cercanos y estudiantes no me dejaba tranquila. Aunque el taller se facilitó para los miembros del proyecto de investigación Humanizando la Deportación, decidí emprender un proyecto en donde aquellos bajo DACA pudieran dar testimonio a sus historias. La metodología de la narrativa digital ofreció la oportunidad de contar su historia como ellos querían, sin tener que editar o moldear su voz para complacer a nadie. Este aspecto era importante ya que la mayoría de las historias que en su momento se promovieron en los medios y redes sociales no otorgaban el espacio para escuchar las voces de los mismos jóvenes, sino que estas eran representadas para contar la versión que el reportero tenía en mente.
Este primer proyecto fue el inicio de centrar mi investigación en los llegados en la infancia como estudiante de primer año en UC Davis. Inicialmente, mi enfoque académico y activista cayó en los DREAMers, pero el ser investigadora y facilitadora de narrativas para Humanizando la Deportación desde el 2017 me llevó a enfocarme en la deportación de menores que emigraron a EE.UU. en la infancia, hicieron una vida como estadounidenses pero por falta de un estatus migratorio fueron deportados a su país de origen. Fue en Tijuana donde me encontré ante una comunidad cuyas voces estaban ausentes en los debates políticos sobre migración y en propuestas para otorgar un camino a la residencia.
Dado a la conexión cercana con el tema de la deportación y mi propia experiencia con el tema, mi contribución para servir a esta comunidad que me abrió sus hogares y brindó su amistad no podía quedarse en lo académico. Por lo tanto, me uní a varios esfuerzos comunitarios y viajaba a Tijuana a menudo. Esta comunicación constante despertó la necesidad de abogar por los llegados en la infancia que son vulnerables a la deportación y especialmente por aquellos que han sufrido el destierro del país que consideran su hogar en una escala mayor. En agosto de 2019 pintamos el Mural Playas de Tijuana, un mural comunitario en donde se destacan las historias de 7 migrantes que entraron a EE.U.U siendo menores 4 de ellos fueron deportados durante la administración de Barack Obama y 3 de ellos viven en EE.UU. bajo estatus DACA o Residencia Permanente. Mediante la tecnología, personas que llegan al lado mexicano de la frontera de Playas de Tijuana, en el punto inicial de la patria, pueden no solo ver los retratos pintados por los migrantes mismos, sino que también pueden escanear códigos QR y así escuchar, ver y compartir sus testimonios.
El conocer más sobre las experiencias que viven no solo los llegados en la infancia cuando son deportados a Tijuana, sino también el escuchar y ver las situaciones que enfrentan los migrantes en la ciudad fronteriza fomentó la necesidad de un mapa que sirva como guía para visibilizar los recursos humanitarios para el migrante. En el 2017 mientras impartía trabajo de campo por primera vez en Tijuana, la necesidad de un recurso que tuviera la mayoría de los albergues, comedores, asistencia legal y de salud no existía. Inclusive, en septiembre de 2019, ante la frustración que enfrentamos Tania Mendoza y yo en nuestra búsqueda fallida de encontrar albergues disponibles para un grupo de 4 hombres recién deportados que habían sido expulsados de EE.UU. tras cumplir su sentencia en la prisión, me llevó a tomar acción en el asunto. Después de encontrar la forma de ayudar a los señores nos reunimos para platicar sobre la falta de un recurso en línea que incorpora la ayuda existente en Tijuana que brindan atención al migrante y de incorporar los horarios de servicio, la población a la que se le ayuda, un número de contacto fiable entre tantas cosas más. Por cosas del destino, esa misma noche se manifestó la oportunidad de llevar a cabo un proyecto que logrará mapear los recursos para asistencia al migrante en Tijuana. Migri Map, que se encuentra en las etapas de desarrollo, busca unir de manera efectiva y eficiente la gran cantidad de servicios y recursos disponibles para migrantes, deportados y solicitantes de asilo. Con un esfuerzo binacional, el proyecto espera difundir el directorio de estos recursos a través de un mapa interactivo en línea, un panfleto impreso con el mapa y una aplicación móvil que no necesite datos de uso.
De igual importancia, la iniciativa Redes, migrantes sin fronteras ha logrado desarrollar un directorio de asociaciones, albergues, programas, centros e iniciativas en México que brindan atención a los migrantes que se encuentran en tránsito y aquellos que son retornados ya sea por la deportación o por su voluntad propia. Igual que el proyecto Migri Map, Redes brinda información vital para el migrante. Por igual, su público incluye a personas que brindan servicios de atención al migrante y al público en general que puede usar la información del archivo para compartir datos específicos a un perfil con los filtros de búsqueda que se han incorporado en el mapa digital.
El propósito en común de estos proyectos digitales es promover la resiliencia de esta población y ofrecer una plataforma en donde se da a conocer sus testimonios y necesidades inmediatas. Estas por igual se desarrollan como forma de hacer trabajo de humanidades digitales en el activismo y en las esferas públicas. Por su carácter colaborativo, los esfuerzos se llevan a cabo entre académicos, estudiantes, miembros de la comunidad migrante y aliados, asociaciones que brindan atención al migrante e activistas en ambos lados de la frontera. Como es el caso de los proyectos mencionados, el espacio que fomentan va más allá de la investigación académica ya que el impacto que tienen en la comunidad se materializa en un periodo de tiempo en donde su efecto se puede reconocer.
Ya sea con narrar historias personales que se pueden difundir en espacios académicos o en las redes sociales con la intención de presentar la verdad del migrante o de mapear recursos vitales para el bienestar del migrante que transita por México, la cooperación entre los individuos y asociaciones que dirigen estas plataformas han encontrado los beneficios de implementar herramientas digitales para apoyar a la comunidad migrante. Claro, el tema de acceso a estas plataformas digitales para la comunidad migrante es importante. Pero cabe destacar que los dispositivos de comunicación, como los celulares inteligentes, se han vuelto un recurso que es parte de la experiencia de migrar. Tener acceso a un celular e internet no solo sirve el propósito de hacer llamadas o mantenerse en comunicación con sus familiares por las redes sociales, sino que también sirve como recurso vital para la movilidad y mantenerse informado sobre temas relacionados a la migración.
Como se puede destacar de estos cinco proyectos que han sido incluidos en la primera fase de United Fronteras, el documentar historias de migrantes influye al implementar herramientas digitales para facilitar apoyo de diversas formas. Ya sea para ofrecer una plataforma pública para abogar por sus casos migratorios, el visibilizar la experiencia humana ante la deportación o de crear un sistema para mitigar el transcurso migratorio, los migrantes “nos guían, nos dicen el camino”.
Bibliografía
Anzaldúa, Gloria. Borderlands/La Frontera: The New Mestiza. Aunt Lute, 1987.
León Portilla, Miguel. Los Antiguos Mexicanos: A través de sus crónicas y cantares. Fondo de Cultura Económica, 1961.